La figura del apoderado de la DEV, surgió de la reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial del año 2009, que entró en vigor al año siguiente. Han pasado 10 años desde que se ideo esta figura cuya función primordial era garantizar la seguridad jurídica de los conductores que se vieran inmersos en un procedimiento sancionador como consecuencia de la formulación de una denuncia por una infracción de circulación.
Hoy en día son muchos los conductores que reciben sanciones por “incumplimiento de la obligación de identificar al conductor“ sin saber siquiera los motivos por los que se les ha impuesto, y las consecuencias que pueden llegar a tener.
Las multas de tráfico de los coches de empresa pueden suponer a la larga un problema para las compañías, no solo por el coste de lo que se tenga que pagar, si no por quién tiene que responsabilizarse del pago. Esta cuestión suscita muchas dudas, por ello la identificación del conductor en las multas de tráfico, resulta esencial.